lunes, 27 de junio de 2011

Cuando el primer pegaso nació

Dicen que los pegasos nacieron a partir de la sangre de Medusa...pero yo no creo que sea así, de hecho mi amigo el unicornio anciano me ha contado hoy una de sus muchas vivencias:

Esta es la historia de dos unicornios; Shiny y Phy. Solían corretear felices por el monte fresa, comiendo happy grass y riendo sin parar. Pero la fortuna no quiso seguir sonriendo a la pareja, Shiny se vió envuelta en una de las peores enfermedades que se habían visto jamás por esos lares.El día de su cumpleaños, se desmayó y no volvió a despertar.

 Él estaba convencido de que ella era su media naranja. No la podía dejar ir, así por que sí...a pesar de que Shiny había caido enferma hacía meses y la cosa no pintaba demasiado bien, Phy no podía dar su brazo a torcer.
Había escuchado la leyenda del hada blanca que vivía en las montañas helado. El mito narraba cómo el hada poseía poderes curativos cuando sus lágrimas brotaban sobre cualquier ser herido.Poco tardó Phy en emprender su viaje a  las montañas, que estaban a siete días de camino.

En su odisea se enfrentó a dragones, sirenas y seres inimaginables para el ser humano; pero finalmente consiguió llegar a la montaña helado. Allí le aguardaba el hada blanca, que ya sabía de su llegada. Ella se apiadó de su terrible historia, y decidió ayudarle, con la única condición de que al despertar, Shiny debería convertirse también en hada y servirla hasta el fin de sus días. Aunque el trato no le agradó demasiado a Phy, éste aceptó con tal de salvar a su amada.


Así pues, el hada blanca derramó sus lágrimas en Shiny, que instantáneamente despertó...pero esta vez, con forma de hada.

Como estaba planeado, el hada blanca intentó llevárse a Shiny con ella, pero para nuestra sorpresa, Shiny decidió quedarse junto a Phy, con las consecuencias que esto acarrease. Enfadada, maldijo a la pareja de por vida y Shiny pereció aquella noche, cuando el amor y la pasión brotaron entre un hada y un unicornio...

Phy no se lo podía creer, había luchado tanto por ella...y ahora ¡estaba muerta entre sus brazos!

Esta fué la fatídica noche de luna llena en la que Phy decidió arrancarse la vida al ver que su amor se había perdido entre las manos de la muerte. Pero no todo estaba acabado, cuando aquello parecía el fin, un destello de luz apareció entre los cadáveres y un nuevo ser pudo contemplar su primera luna.

Aquel animal no era más que un pegaso, nacido del amor entre un unicornio y un hada.

Ya os podéis imaginar el final, Ham (el unicornio anciano que me contó esta historia) adoptó al pegaso al ver su desdichada soledad. Y aunque no es un final muy alegre, gracias a esta pareja, hoy en día los pegasos existen.

3 comentarios:

  1. Esta historia es genial...es un cuento para adultos y niños jajaja me encanta!^^

    ResponderEliminar
  2. ya te estaba echando de menos sin escribir que cada día lo pongo para ver si eskribias algo y menos mal jaja weno dentro de poko tendre el gran onor de conocerte soy tone te akuerdas??

    ResponderEliminar
  3. :D Gracias Thin, es lo que quería conseguir *-* No sé por qué blogger no me deja comentar por tu blog, pero desde aquí te sigo mandando ánimos y que sepas que te leo :D

    Tone no hay más que uno jajajaja en menos de lo que canta un gallo nos vemos...te dibujaré un unicornio en la cara xDDDDDD

    ResponderEliminar

Gracias por comentar <3